ACTUACIONES CON LA
FAMILIA DE UN
ALUMNO CON TDAH
Para
salir de un problema no es cuestión sólo de fortaleza individual sino del
vínculo afectivo. Nadie sobrevive afectivamente solo, debe ser apoyado por
alguien.
La
familia es un pilar básico de la educación y la formación de una persona, esto
adquiere mayor peso especialmente en las delicadas etapas de la infancia y la
adolescencia. Si los niños no ven un apoyo en sus padres tendrán muy difícil
(algunas veces resultará imposible) superar las dificultades.
Para
solucionar un problema hay que dejarse ayudar. Si alguien está afectado esto lleva directamente a no concentrarse en
los estudios. Emocionalmente hay que estar bien para estudiar.
c
En no pocas ocasiones los padres ven el problema
del tdah con angustia y preocupación. Se puede correr el riesgo de buscar culpables
en vez de soluciones e incluso pueden aparecer conflictos conyugales. Es
necesario informarse, saber cual es el problema real y después pedir ayuda.
Una vez pasadas las fases de sospecha de Tdah,
valoración desde el centro escolar y valoración y diagnóstico desde los
servicios sanitarios pasamos a las actuaciones.
Es imprescindible en todo momento el tratamiento
multidisciplinar entre
familia-servicios sanitarios-centro escolar.
A
partir de aquí entramos en las competencias familiares, lo que la familia puede
y debe hacer.
COMPETENCIAS FAMILIARES
Se hace necesario:
I.
Coordinación con el centro
1. Entrevistas con profesores para fijar objetivos
conjuntos. Es necesaria la concienciación de las familias de la colaboración
padres-centro educativo para mejorar las dificultades educativas del niño-a.
2. La mejor forma y más directa de comunicación y
control es por medio de la supervisión de la agenda escolar.
3. Es importante la coincidencia, seguimiento y
mantenimiento de los criterios educativos en el entorno familiar.
II.
Control de la conducta
1.
Es necesario
establecer habilidades para mejorar la comunicación entre los componentes de la
familia y fomentar instrucciones sencillas, claras y concretas.
2.
Mantener la
coherencia en el comportamiento de los padres respecto a lo exigido a sus hijos.
3.
Ser
coherente con órdenes, estableciendo
normas de disciplina claras. Conviene aprender a aplicar consecuencias
–positivas si cumplen, negativas si incumplen, y siempre inmediatas y adaptadas.
4.
Para un alumno
de estas características es fundamental el apoyo y refuerzo positivo constante
y una actitud positiva.
5.
Uso de
estrategias de autocontrol.
6.
Es importante
vivir y respirar un ambiente familiar de comunicación, respeto y
responsabilidad.
III.
Organización del tiempo de Estudio y del tiempo
libre
- Para la
organización interna es muy importante confeccionarse un horario realista
y llevarlo a cabo con constancia y rutinas diarias.
- Supervisión del
tiempo y estructuración del trabajo por períodos cortos, esto se puede
coordinar con el orientador y/o tutor del centro según las características
del alumno.
- Ayudar en la
organización del material y el espacio adecuado para el estudio.
- Aceptación y
adaptación a la realidad respecto al problema y a la evolución de sus
hijos. No buscar soluciones rápidas
ni mágicas, es mejor valorar pequeños cambios y avances.
- Usar las técnicas
de estudio adecuadas u otras como autorelajación, autoinstrucciones, etc…
IV.
Desarrollo emocional –autoestima
1,
Cuidar el lenguaje y los mensajes que se le hacen llegar: no amenazar ni
criticar, mostrar apoyo incondicional y respetar su privacidad.
2.
Fomentar actividades en las que se pueda desarrollar con éxito.
3.
Facilitar sus relaciones sociales con chicos-as afines de su entorno o en
actividades de grupo en las que se sienta bien.
V.
Apoyos y asesoramientos
Además de la comunicación entre familia,
servicios sanitarios y centro escolar existen multitud de asociaciones de
tdah a las que se puede acudir para que los padres liberen la angustia y
amplíen información.
Hay
grupos como escuelas de padres donde
oír experiencias similares de otros progenitores puede aliviar y ayudar a
comprender mejor las situaciones. Esto también puede mejorar la intervención
familiar y resolver el malestar emocional derivado del desgaste de la
enfermedad.
Es
importante que los padres sepan delegar y dejarse guiar por los profesionales
educativos y sanitarios.
La
labor de los profesores y tutores no es la de sustituir a los padres sino la de
acompañarlos.
Es
importante no etiquetar a un niño como algo definitivo y no cambiable. El ser
humano tiene una capacidad impredecible de formarse intelectualmente. Unos
maduran antes y otros después.
Se
trata finalmente que poco a poco el niño interiorice estrategias y conductas
positivas y las vaya llevando a la práctica diaria en casa y en la escuela.
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